Jasper

Muchos actores han aparecido en los escenarios con jaspe en su bolsillo. Una piedra audaz que fortalece el espíritu, el jaspe es una roca opaca de múltiples colores, desde rojos y marrones intensos hasta amarillos y verdes más brillantes y, en raras ocasiones, el azul. A lo largo de la historia, los chamanes han usado talismanes protectores de jaspe, considerándolo parte integral de los elementos vitales del planeta.

El jaspe se forma cuando el agua a baja temperatura y rica en silicatos se filtra a través de grietas en rocas existentes, depositando una gran cantidad de sedimentos cargados de minerales que se cristalizan con el tiempo en piedras coloridas que reflejan el paisaje natural de nuestro planeta.

El jaspe ha sido venerado desde tiempos inmemoriales. Se han encontrado herramientas, tallas, sellos y joyas elaboradas con esta piedra en casi todas las civilizaciones antiguas. Los antiguos egipcios tallaban en jaspe amuletos con inscripciones del Libro de los Muertos y los enterraban con sus seres queridos para asegurarles un paso seguro al más allá. La primera piedra del pectoral del Sumo Sacerdote israelita era un jaspe rojo; la décima piedra, posiblemente, era un jaspe amarillo. Según la leyenda, los magos recibieron inicialmente el nombre de jaspe, al igual que el apóstol Pedro, por ser la roca sobre la que Cristo edificaría su iglesia.

Conocido como el nutricionista por su frecuencia lenta y constante, el jaspe está en perfecta armonía con las energías electromagnéticas de la Tierra. Es una piedra de arraigo y estabilidad que aporta sabiduría, vitalidad renovada y fuerza duradera.