Hematite

La hematita es un mineral común elaborado a partir de óxido de hierro que viene en muchas variedades y colores, desde gris acero hasta negro intenso e incluso una variedad de arco iris que brilla con color como una mancha de aceite en el agua. Pero cuando se muele hasta convertirlo en polvo, cada variedad adquiere el color de la sangre. El nombre en sí proviene de la palabra griega "haem", que significa "sangre". Nuestros ancestros utilizaron este polvo de color rojo intenso para pintar la historia en las paredes de las cuevas. Los egipcios solían decorar las tumbas de los faraones. Y se encontró polvo de hematita esparcido por los cementerios de la antigua China. Marte, el planeta rojo, incluso obtiene su color de la abundancia de hematita.

En su forma más brillante, la hematita se usaba tradicionalmente en espejos, incluso por los aztecas, quienes la llamaban mineral de espejo. Pero fue su relación mágica con la sangre lo que la hizo esencial para los guerreros a lo largo del tiempo. Los babilonios se lo dieron a los guerreros para fortalecerlos y vencer a los enemigos. Incluso creían que podía provocar la caída de muros de piedra. En la Edad Media, se la conocía como la "piedra de sangre" y se la daba a los soldados que iban a la batalla con la creencia de que evitaría que perdieran sangre.

Los curanderos desde Egipto hasta Europa lo utilizaron para detener la sangre y promover la formación de nuevas células sanguíneas. Los agricultores lo utilizaban como talismán para fortalecer sus cultivos. Y los magos del siglo XIII grababan hematita con la figura de un murciélago y la usaban para fortalecer sus hechizos.

Debido a sus cualidades magnéticas, los curanderos todavía utilizan la hematita para equilibrar los meridianos del cuerpo y estabilizar el sistema nervioso. Se dice que es una piedra para la mente y que ayuda a ordenar las cosas mientras mejora la memoria, promueve el pensamiento original e incluso ayuda en las actividades matemáticas. La hematita disuelve y transforma la energía negativa y facilita el autocontrol y la felicidad interior. Algunos incluso dicen que ayuda a atraer una relación amorosa.

Al igual que la sangre que nos recorre, la hematita es una fuente de fuerza y ​​estabilidad que equilibra nuestras energías yin y yang para ayudarnos a encontrar el equilibrio y alcanzar lo mejor de nosotros mismos.