Cuando los arqueólogos abrieron la tumba de Tutankamón, encontraron un sarcófago con tres ataúdes encajados uno dentro del otro. El último, que contenía el cuerpo momificado del joven rey, estaba hecho de oro macizo. Los egipcios fueron probablemente los primeros en extraer oro, que consideraban la carne del dios sol, Ra, y, por tanto, un símbolo de la vida eterna. En América, el oro provocó la exploración y la colonización por parte de europeos hambrientos de las legendarias ciudades de oro llamadas El Dorado.
El oro, que se cree que fue producido por la colisión de estrellas, está presente en el polvo a partir del cual se formó el sistema solar. Los científicos creen que hay oro en nuestro núcleo planetario, pero que la mayor parte del oro en la corteza y el manto de la Tierra proviene de asteroides que bombardearon la Tierra hace 4 mil millones de años. Hoy en día, el oro se encuentra en vetas hidrotermales y depósitos de lechos de arroyos en todo el mundo, sobre todo en la famosa mina Witwatersrand, que representa el 50% del oro jamás extraído en la Tierra.
La fiebre del oro definió la cultura del oeste americano, pero el primer descubrimiento fue en realidad en la mina de oro Reed en Carolina del Norte y la primera huelga importante se produjo en la pequeña ciudad de Dahlonega, en el norte de Georgia. En todo Estados Unidos, la gente todavía busca oro en ríos y arroyos, donde las partículas de oro erosionadas de su roca original se concentran en la grava en forma de pepitas.
No importa el origen, el oro sigue siendo el metal más valioso del mundo. Conduce la electricidad y, por tanto, también las energías sutiles de las piedras, por lo que constituye una joya poderosa. Es demasiado blando en su estado original para usarse bien, por lo que los joyeros a menudo lo alean con otros metales. La pureza del oro aleado se expresa en quilates; 24 quilates equivalen a oro 100% puro.
Energéticamente, el oro todavía representa el sol y su resplandor simboliza los reinos celestiales. Estimula la pasión, la creatividad y la sexualidad mientras ayuda a crecer y alcanzar nuevos límites. Aporta alegría, entusiasmo, determinación, fuerza y optimismo. El oro, recompensa por misiones exitosas en muchos cuentos de hadas, aporta todo el conocimiento del mundo y ayuda a magnificar el poder.