Cuando el agua se acumula y luego se evapora sobre el cuarzo, forma pequeños cristales, llamados drusas o drusas, que brillan con la luz. Druzy puede variar desde casi transparente hasta translúcido y opaco, y los colores pueden incluir blanco, rojo, amarillo, naranja o marrón. Cuando se recubren con vapores metálicos, pueden incluso volverse iridiscentes. Con reminiscencias del azúcar o la nieve, el cuarzo druzy es muy buscado por su acabado deslumbrante.
Conocida como la "piedra preciosa del cielo", el cuarzo druzy abre el poder bloqueado y ayuda a encontrar la visión. Respalda la fuerza, promueve ideas frescas y refuerza el espíritu. Debido a su capacidad para crecer junto con la roca o matriz anfitriona, la druzy también es excelente para cargar y mejorar las energías de otras piedras y para armonizar a un grupo de personas hacia un objetivo espiritual común.

