Diopside

Hace cientos de millones de años, la erupción de volcanes en las profundidades de la tierra empujó fragmentos de materiales antiguos cerca de la superficie a través de canales llamados tuberías. Con el tiempo, el agua corriente, los glaciares, los deslizamientos de tierra y otras fuerzas naturales arrastraron los fragmentos en la parte superior de las tuberías, dejando rastros de diópsido brillante de color verde botella. Los geólogos buscan señales de estos senderos de gemas con la esperanza de que las tuberías a las que conducen también contengan una piedra aún más valiosa: los diamantes.

Pero el diópsido es un tesoro en sí mismo. La versión más reconocible, llamada diópsido de cromo, tiene una riqueza de color que rivaliza con las esmeraldas con el doble de poder refractivo, dándole un brillo digno del cofre de cualquier pirata. El diópsido estrella es una forma más oscura y misteriosa. El color de estas piedras es tan profundo que parece negro y las inclusiones sedosas forman una estrella única de cuatro puntas.

El diópsido marca el camino hacia algo más que los tesoros de la tierra: los curanderos espirituales lo utilizan para ayudar a las personas que luchan con su sentido de autoestima a descubrir y valorar sus mayores atributos. Para quienes buscan curación emocional, el diópsido se conoce como la "piedra del llanto" porque permite acceder y liberar un dolor profundamente arraigado. Es mejor colocar la piedra cerca del corazón o en un lugar donde pueda iluminar el camino hacia el tesoro espiritual y emocional.